¿Cuántas veces has intentado
reproducir una receta y el resultado no es el que esperabas en aquel menú tan
importante que hiciste? o ¿has visto una receta en algún lado y no te has
atrevido a hacerlo por su complejidad?
Te voy a enseñar las claves para que seas capaz de poder
hacer arte y dejar deslumbrados a tus queridos comensales con tus creaciones o
reproducciones y los pasos que debes seguir para hacer un menú en algún momento
especial. Saca el chef que llevas dentro.
La primera clave es tener claro qué quieres cocinar e ir
apuntando en una hoja el menú que vas a ofrecer. En algún momento de este
proceso automáticamente te vas a dar cuenta que tus ideas están yendo por el buen
camino o se están desviando de la trayectoria lógica que tiene un menú.
Es muy importante que esquematices tu menú, ya puede ser por
ejemplo:
- En un primero, un segundo y un postre.
- En aperitivos, un plato principal y un postre.
- O solo aperitivos.
A esto me refiero, tener claro la secuencia del menú.
Una vez resuelto te toca elegir los platos, estos tendrán
que ser acordes entre sí, si quieres hacer melodía tendrás que mantener un
ritmo y elegir las notas adecuadas para emocionar al público, y claro está,
saber a qué público estas brindando tu creación.
Si quieres impresionar es muy recomendable empezar tu
función con algo que deslumbre. Como opinión propia elegir un estilo
minimalista, bocados pequeños, limpios, estéticos y que llenen de emoción el
paladar de tus comensales. Con ello conseguirás puntos a tu favor y crearás
unas buenas expectativas de las siguientes secuencias del menú.
También decirte que igual de importante es empezar con algo
deslumbrante que el final de este tiene que ser como un final de fiestas, con
fuegos artificiales, así que saca al pastelero que llevas dentro y recrea algo
rico y sabroso.
Una vez tengas esto resuelto y tu subconsciente te dé el visto bueno para arrancar habrás
terminado la parte más importante, ya solo te queda seguir al pie de la letra
tu canción.
Crea tu lista de ingredientes y ve a comprar, se curioso y
pierde un poco de tiempo en mirar productos que desconozcas, en futuros menús
te acordarás de ellos y quizás te atrevas a introducirlos a tus platos.
Una vez hallas recopilado todo el género es hora de cocinar,
limpia la cocina a fondo y organízate, ten claro tus movimientos y muy
importante, ten despejada la mente. Sigue estos pasos y solo fallaras por la
inexperiencia que tengas.
A la hora de arrancar a cocinar deberás tener el espacio de
trabajo despejado y con los utensilios en buen estado, si no es así preocúpate
en que lo sea, si no estarás caminando por el camino de la despreocupación y
cualquier detalle se notará en tus platos.
Controla la temperatura de tus elaboración, si no sabes muy
bien cómo se hace algo, infórmate hasta que lo tengas claro, internet es la
solución rápida, pero preguntando a la gente es la solución óptima ya que le
vas a poder preguntar más profundamente. Para un asado controlar la temperatura
es la clave del éxito ya que necesitas conocer a que temperatura debe estar el
interior del producto para bordar la técnica.
Preocúpate por la destreza del corte con tu cuchillo, este
debe estar perfectamente afilado (en una entrada anterior muestro el filo de mi
cuchillo). Podrás jugar con cortes estéticos y limpios.
Hay algunos platos que necesitan ser manipulados con
exactitud y controlar la técnica. Si quieres aprender como cocinero no
descartes estas recetas por su complejidad, crece y aprende de los errores.
Borda la salsa. Es un detalle que cualquier persona sabe
apreciar, esta debe ser limpia, sabrosa, untuosa. La cocción debe ser lenta y
suave, los aromas se deben quedar impregnados en el líquido y no debe quedar
turbio. El filtrado cuanto más cuidado le pongas más transparente y limpio
quedará. La reducción hazla a última hora, guardarás el aroma y prevendrás el
resecado, si te pasas de reducción añade agua.
Para la traca final elabora el dulce, olvídate de tartas
fabricadas y natas artificiales, un simple flan con nata montada da mil vueltas
a esas ridículas tartas caras que las tienes que mojar con café para que su
paso por la garganta no sea una experiencia trágica. Si el menú es de
importancia complícate la vida, solo así serás capaz de aprender, no temas al
fracaso ya que las personas sabemos ver el esfuerzo de la gente y el día de
mañana lo que ves ahora difícil mañana será un paseo.
Ofrece a tus comensales tu creación y presta atención a sus
comentarios, pero es hora de disfrutar de ese menú que te ha ocupado casi tres
días en crearlo.
Llegado a este punto es hora de reflexionar y analizar los
errores, si crees que has fracasado, no desesperes, acuérdate de tu
subconsciente cuando te dio el “ok” para arrancar y créeme que no te lo volverá
a dar más porque habrá algo en tu menú que no esté bien, estás en el camino del
aprendizaje.
Los grandes del sector también pasaron por este camino pero
hace ya tiempo de eso, si quieres llegar lejos sigue sus huellas y ten claro
que llegarás muy lejos y nunca te salgas del camino o te quedes parado pensando
que has llegado a algún sitio.
¿Cuántas veces has intentado
reproducir una receta y el resultado no es el que esperabas en aquel menú tan
importante que hiciste? o ¿has visto una receta en algún lado y no te has
atrevido a hacerlo por su complejidad?
Te voy a enseñar las claves para que seas capaz de poder
hacer arte y dejar deslumbrados a tus queridos comensales con tus creaciones o
reproducciones y los pasos que debes seguir para hacer un menú en algún momento
especial. Saca el chef que llevas dentro.
La primera clave es tener claro qué quieres cocinar e ir
apuntando en una hoja el menú que vas a ofrecer. En algún momento de este
proceso automáticamente te vas a dar cuenta que tus ideas están yendo por el buen
camino o se están desviando de la trayectoria lógica que tiene un menú.
Es muy importante que esquematices tu menú, ya puede ser por
ejemplo:
- en un primero, un segundo y un postre.
- en aperitivos, un plato principal y un postre.
- o solo aperitivos.
A esto me refiero, tener claro la secuencia del menú.
Una vez resuelto te toca elegir los platos, estos tendrán
que ser acordes entre sí, si quieres hacer melodía tendrás que mantener un
ritmo y elegir las notas adecuadas para emocionar al público, y claro está,
saber a qué público estas brindando tu creación.
Si quieres impresionar es muy recomendable empezar tu
función con algo que deslumbre. Como opinión propia elegir un estilo
minimalista, bocados pequeños, limpios, estéticos y que llenen de emoción el
paladar de tus comensales. Con ello conseguirás puntos a tu favor y crearás
unas buenas expectativas de las siguientes secuencias del menú.
También decirte que igual de importante es empezar con algo
deslumbrante que el final de este tiene que ser como un final de fiestas, con
fuegos artificiales, así que saca al pastelero que llevas dentro y recrea algo
rico y sabroso.
Una vez tengas esto resuelto y tu subconsciente te dé el visto bueno para arrancar habrás
terminado la parte más importante, ya solo te queda seguir al pie de la letra
tu canción.
Crea tu lista de ingredientes y ve a comprar, se curioso y
pierde un poco de tiempo en mirar productos que desconozcas, en futuros menús
te acordarás de ellos y quizás te atrevas a introducirlos a tus platos.
Una vez hallas recopilado todo el género es hora de cocinar,
limpia la cocina a fondo y organízate, ten claro tus movimientos y muy
importante, ten despejada la mente. Sigue estos pasos y solo fallaras por la
inexperiencia que tengas.
A la hora de arrancar a cocinar deberás tener el espacio de
trabajo despejado y con los utensilios en buen estado, si no es así preocúpate
en que lo sea, si no estarás caminando por el camino de la despreocupación y
cualquier detalle se notará en tus platos.
Controla la temperatura de tus elaboración, si no sabes muy
bien cómo se hace algo, infórmate hasta que lo tengas claro, internet es la
solución rápida, pero preguntando a la gente es la solución óptima ya que le
vas a poder preguntar más profundamente. Para un asado controlar la temperatura
es la clave del éxito ya que necesitas conocer a que temperatura debe estar el
interior del producto para bordar la técnica.
Preocúpate por la destreza del corte con tu cuchillo, este
debe estar perfectamente afilado (en una entrada anterior muestro el filo de mi
cuchillo). Podrás jugar con cortes estéticos y limpios.
Hay algunos platos que necesitan ser manipulados con
exactitud y controlar la técnica. Si quieres aprender como cocinero no
descartes estas recetas por su complejidad, crece y aprende de los errores.
Borda la salsa. Es un detalle que cualquier persona sabe
apreciar, esta debe ser limpia, sabrosa, untuosa. La cocción debe ser lenta y
suave, los aromas se deben quedar impregnados en el líquido y no debe quedar
turbio. El filtrado cuanto más cuidado le pongas más transparente y limpio
quedará. La reducción hazla a última hora, guardarás el aroma y prevendrás el
resecado, si te pasas de reducción añade agua.
Para la traca final elabora el dulce, olvídate de tartas
fabricadas y natas artificiales, un simple flan con nata montada da mil vueltas
a esas ridículas tartas caras que las tienes que mojar con café para que su
paso por la garganta no sea una experiencia trágica. Si el menú es de
importancia complícate la vida, solo así serás capaz de aprender, no temas al
fracaso ya que las personas sabemos ver el esfuerzo de la gente y el día de
mañana lo que ves ahora difícil mañana será un paseo.
Ofrece a tus comensales tu creación y presta atención a sus
comentarios, pero es hora de disfrutar de ese menú que te ha ocupado casi tres
días en crearlo.
Llegado a este punto es hora de reflexionar y analizar los
errores, si crees que has fracasado, no desesperes, acuérdate de tu
subconsciente cuando te dio el “ok” para arrancar y créeme que no te lo volverá
a dar más porque habrá algo en tu menú que no esté bien, estás en el camino del
aprendizaje.
Los grandes del sector también pasaron por este camino pero
hace ya tiempo de eso, si quieres llegar lejos sigue sus huellas y ten claro
que llegarás muy lejos y nunca te salgas del camino o te quedes parado pensando
que has llegado a algún sitio.